La fachada de la Pasión de la Sagrada Família está iluminada desde hace más de dos meses sin permiso del ayuntamiento de Barcelona, un requisito exigido en la ley de contaminación lumínica del 2001.El patronato de la Sagrada Família no ha presentado hasta ahora ningún proyecto que avale la iluminación de esta fachada, que fue denunciada hace pocas semanas por la asociación ecologista Cel Fosc y que ha producido quejas de los vecinos, que la consideran excesiva.La Generalitat afirma que ha abierto un expediente informativo contra la la iluminación de la nueva fachada porque presumiblemente excedía los niveles máximos fijados en la ley de contaminación lumínica, aprobada por todos los grupos parlamentarios.El templo argumenta que actualmente realiza pruebas con los focos y que cuando encuentre una iluminación óptima para el monumento y los vecinos, presentará el proycto al ayuntamiento para su posterior aprobación. Pero ningún apartado del reglamento de contaminación lumínica contempla esta excepción.La Sagrada Família presentó la nueva iluminación como una gran novedad en la celebración de los 125 años de la colocación de la primera piedra, un acto que fue presidido por el alcalde Jordi Hereu.MENOS LUZ El Departament de Medi Ambient de la Generalitat ha recibido una denuncia formal y varias quejas de vecinos molestos por el exceso de brillo. La denuncia presentada por los ecologistas de Cel Fosc, que luchan por el ahorro energético, indica que los focos dispersan una gran cantidad de luz en los alrededores de la fachada, lo cual queda prohibido por el reglamento de la contaminación lumínica.La queja también fue secundada por la asociación de vecinos de la Sagrada Família, por considerar que el exceso de brillo de los focos invade los pisos cercanos. Tras las protestas, se ha rebajado progresivamente la cantidad de luz emitida. Muchos de los focos de la Sagrada Família trabajan ahora a la mitad de su capacidad, como ha comprobado Ramón San Martín, director de estudios luminométricos de la Universitat Politècnica de Catalunya.Albert Camps, director del proyecto de iluminación de la fachada de la Pasión, asegura en un documento que Lluís Bonet Garí, arquitecto discípulo de Gaudí, creía que la iluminación de esta fachada debería ser intensa y blanca. Según Camps, el discípulo de Gaudí quería que la luz transmitiera el dramatismo de la crucifixión. Pero el único dramatismo que ha levantado ha sido el de vecinos los deslumbrados.
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